El término “justo” en la Biblia tiene un significado profundo y multifacético. En las Escrituras, la palabra “justo” se refiere a alguien que vive en rectitud y obediencia a los mandamientos de Dios. No se trata simplemente de una persona moralmente correcta, sino de alguien que busca alinear su vida con la voluntad divina. En el Antiguo Testamento, el término hebreo “tsaddiq” (צַדִּיק) se traduce como “justo” y denota integridad, honestidad y fidelidad a Dios.
En la Biblia, encontramos varios ejemplos de personas consideradas justas. Uno de los más destacados es Noé, quien fue descrito como “un hombre justo, perfecto en sus generaciones” (Génesis 6:9). Otro ejemplo es Job, quien era “perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal” (Job 1:1). Estos personajes nos muestran que la justicia bíblica va más allá de las acciones externas; implica una relación íntima y obediente con Dios.
¿Cómo se define la justicia en la Biblia?
La justicia en la Biblia no se limita a un concepto legal o moral; es un atributo de Dios mismo. La justicia divina se manifiesta en Su manera de gobernar el universo, en Su trato con la humanidad y en Su plan de redención. En el Nuevo Testamento, la justicia se vincula estrechamente con la fe en Jesucristo. Romanos 3:22 dice: “La justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen”.
Es importante entender que la justicia no es algo que el ser humano pueda alcanzar por sus propios méritos. La Biblia enseña que la justicia es un regalo de Dios que se recibe por la fe en Jesucristo. Efesios 2:8-9 afirma: “
